El jefe abuelas con nietos xxx pidió quedarse.
Duración: 08:43
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Presentado: 2023-06-15 08:54:35
Descripción: Jill tuvo suerte: logró conseguir un trabajo en una gran empresa. Desde su primer cheque de pago, alquiló un bonito apartamento pequeño y era relativamente feliz. Pero al día siguiente, el jefe se le acercó y le pidió a la niña que se quedara. Jill esperó temerosa la conversación todo parecía estar en orden. Cuando el jefe salió de la oficina, la niña temblaba de miedo. Bill la tranquilizó diciéndole que estaba haciendo un buen trabajo. Pero después de eso, cambió de tono y empezó a hablar de la crisis. El discurso no duró mucho: el hombre dijo que si la niña no le daba en este momento, la despedirían. Jill se quitó la blusa obedientemente, pero entonces todo no fue nada romántico: Bill la arrojó sobre la mesa justo en el lugar de trabajo y le levantó la falda, quitándole las bragas del trasero de la joven. Jill cerró los ojos, esperando lo peor. Pero el jefe introdujo suavemente su unidad en el seno de la niña, mientras habla palabras amables. La secretaria gimió en voz alta: no había tenido relaciones sexuales en mucho tiempo y estaba un poco dolida. Para su sorpresa, el jefe no la desgarró de inmediato, sino que comenzó a entrar lentamente más y más en ella. Las sensaciones olvidadas y una sensación agradable en la parte inferior del abdomen convirtieron a Jill en una mujer: comenzó a gemir de placer, olvidándose de la vergüenza. Bill era un amante experimentado: sintió cómo follar un cuerpo tan joven. Cuando Jill se dio cuenta de que no sentía nada más que placer, el jefe comenzó a moverse más activamente. Esto enfureció a la secretaria, abuelas con nietos xxx quien comenzó a saludar con la mano sus gemidos se hicieron más fuertes y sus manos se deslizaron por la mesa, dejando caer papeles comerciales al suelo. Pero los amantes no estaban a la altura ahora, estaban ocupados con el proceso. Bill sabía lo que hacía: su rayo hizo que Jill se sintiera como una mujer. Ya no gemía, sino que gritaba: se sentía bien. Pero pronto los gemidos de Bill comenzaron a convertirse en gruñidos, y la niña se dio cuenta de que el jefe estaba a punto de terminar. Dejó de esforzarse y casi de inmediato sintió una dulce ola que pasó por encima de su cabeza. ¡Jill nunca había tenido un orgasmo así! Como si sintiera esto, el jefe gruñó y gritó en voz alta por sus breves sacudidas, la niña se dio cuenta de que él también había terminado. Jill sonrió - fue una victoria. Aún así, ahora no la amenazaron con despedirla, ¡pero en el futuro se planeó sexo apasionado y delicioso!
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